El viaje

Hace poco me di cuenta que había una imagen que me ha estado persiguiendo desde hace un tiempo. Veo mis libretas y veo casas dibujadas por aquí y por allá. Hace tres meses y medio me mudé de ciudad y definitivamente no es coincidencia.

El dibujo es como el cuento

Era el año 2010 cuando compré mi última revista adolescente y gracias a que los tutoriales DIY todavía no eran uno de los grandes motores de internet, descubrí en una de las páginas la biografía de la autora de un proyecto creativo que proponían en esa revista. Así conocí a Miss Tutsipop (Silvana Ávila), la primer ilustradora de la que fui consciente y me enteré de que existía una profesión en la que te ganabas la vida dibujando.

Así fue como en ese año abrí un blog (cuyas entradas pueden encontrar si en este mismo blog dan los suficientes clicks en «Entradas antiguas», pero por favor: NO) y decidí convertirme en ilustradora.

A Gabriel García Márquez no recuerdo cuándo lo conocí, ni cómo. Sé que fue en algún momento durante mi adolescencia pero de alguna forma siento como conociera sus letras desde siempre. Jamás he podido resistirme a perderme en el mundo tan maravilloso que narra, porque de alguna forma siento que yo siempre he visto el mundo así. Me encanta lo poético de la cotidianidad y más allá de esa frase medio pretenciosa, siento que hay magia de verdad en las cosas normales (aunque a veces se me olvida).

Si de algo estoy segura es que no hay cosa mejor nombrada que el Realismo mágico.

Me encanta relacionar cosas que no tienen relación aparente: «Huele a navidad», «esto sabe a cuando iba en primero de primaria», etc. Cuando leí el cuento «La luz es como el agua», sentí que su esencia resonaba con lo que yo quería (quiero) lograr con mi trabajo en ilustración. Quiero que mis ilustraciones se vean como se lee ese cuento. Y no tengo idea de cómo hacerlo.

Esta semana, mientras revisaba mis archivos, me di cuenta de que a lo largo de mis intentos por convertirme en ilustradora he tratado varias veces de ilustrar el cuento. El Cuento. He hecho un montón de bocetos, un montón de ilustraciones de las que pienso «ahora sí» y que al final no las termino porque creo que no le hacen justicia ya sea al cuento o a lo que tengo en la cabeza. Siempre me complicaba y me frustraba (aunque eso es otro tema) y terminaba por botar todo y olvidarlo.

Llevo ya algún tiempo creyéndomela. No basta con decidir ser ilustradora, debo trabajar para lograrlo (y mucho). Debo tomarlo enserio y aprender a perder los miedos, las dudas, las penas y todo lo que me ha sido tropiezo en el camino (más bien como una almohada cómoda en medio del camino). Me falta mucho pero por fin siento que estoy logrando avances, como que estoy en el «desarrollo» de este cuento, ya veré que traerá el desenlace.

Por fin terminé de ilustrar mi cuento favorito de mi autor favorito. Creo que en unos años me parecerá inadecuado, pero hoy estoy muy contenta con el resultado y ese pronóstico me emociona. No hay mejor manera de aprender que equivocándote.

Carta abierta a mi ilustradora favorita

Querida niña:


Cuando estés coloreando esos elefantes del libro de inglés y recibas regaños por salirte de las líneas y colorear en diferentes direcciones, no te sientas mal. Tan solo tienes 6 años y verás como dentro de algunos más comenzarás a hacer lo mismo a propósito.


No sé qué tipo de adulto soy aconsejándote lo siguiente, pero nunca dejes de dibujar en las paredes, aunque la casa en la que vives sea rentada y cuando llegue el momento de desocuparla tu mamá te ponga a borrar todos tus dibujos. Solo quiero que sepas que cada uno lo valió, sobre todo ese de la mujer gigante con vestido de escalera.


Quizá deba recordarte que robar es malo, entiendo que no es tu costumbre, pero por más que te gustara, no debiste quedarte con el libro del perrito que construye su casa. Aunque sí debo contarte que, con todo y la culpa, sentí muy bonito cuando lo volví a encontrar en un cajón. Lo que sentiste con ese libro lo volverás a sentir con muchos más y con el tiempo conocerás más libros hermosos llenos de dibujos maravillosos.


¡Ah! Se me olvidaba decirte que no te frustres porque en el kínder, por más que lo intentaras no te salía dibujar los monitos con cuello; llegará el día cuando tus dibujos salgan con cuellos muy largos. Te recomiendo que en cuanto tengas acceso a internet busques quién fue Modigliani.


Mientras puedas, sigue disfrutando de las portadas para colorear de los exámenes, solo existen en la primaria y las vas a extrañar.


Que bueno que sepas dibujar tan bien a las chicas super poderosas, pero también sería muy bueno que de vez en cuando dibujaras esas ideas que tienes en tu cabeza. Deja pasar el enojo que te causa que no te salgan tal y como las imaginas cuando cierras los ojos.


Sigue dibujando, no serás diseñadora de modas como en algún momento se te ocurrirá, pero créeme, hay muchas cosas más a las que te puedes dedicar para dibujar toda la vida. No te preocupes y sigue leyendo, estás a unos años de descubrirlo.


En la primaria fuiste la que más bonito dibujaba, pero cuando entres a la secundaria tendrás al menos dos compañeros en tu misma clase que también lo hacen muy bien, no te sientas mal. No, no eres la que mejor dibuja, pero te encanta hacerlo y eso es lo que más importa. Vas a seguir conociendo a gente extremadamente talentosa. Yo solo te aconsejo que este es un muy buen momento para que aprendas a no compararte, a no hacer menos a los demás y a seguir dibujando, incluso aunque a los demás les haya dejado de importar.


¿Te acuerdas de los lápices de colores que te obsequió mamá? Dijiste que eran el mejor regalo que has recibido. ¡Demuéstralo y acábatelos! Será mejor que verlos tristes y abandonados.


Cuando llegues a la preparatoria empezarás a tomar decisiones importantes. No te asustes, solo asegúrate de seguir estos pasos:

  1. Entiendo que empiezas a creer que las revistas de moda no sirven para nada, pero necesito que compres una más, ¡tan solo una! En esa última revista descubrirás algo muy importante.
  2. Hojea la revista. ¡Sí! Para justo ahí donde algo ha llamado tu curiosa atención. Busca esa dirección que está al pie de página. Dirige a un blog, revísalo. ¡Sí! ¡Sigue!… ¡Llegaste!

Sé que estás impresionada, pero créelo. ¡Hay gente cuya profesión es dibujar! Se llaman ilustradores y a partir de ese momento decidirás que tú quieres ser también una de ellos.


Para ese entonces ya sabrás a qué te quieres dedicar, pero te recuerdo algo: no dejes de echarle ganas a tus demás materias. ¿Enserio necesitas preguntar para qué necesitarás el cálculo integral si vas a ser ilustradora? Bueno, en Twitter tienen razón y déjame repetirte que si quieres ser una buena ilustradora tienes que saber de todo, tienes que cultivar la mente más curiosa de todas. (Aparte estuvo padre poder presumir en la escuela de artes que eras una de las mejores estudiantes de cálculo integral de la preparatoria, aunque a mí a estas alturas ya se me olvidó todo).


Ese blog que se te ocurrió empezar, por favor, intenta mantenerlo vivo.

Cuando llegues a la universidad te van a surgir muchos miedos y dudas. Toma las cosas con calma pero no demasiada. En cuanto se te meta la ideal a la cabeza: ¡Cámbiate de carrera! Sí, se te va a hacer extraño porque muchos de los ilustradores que conozcas son diseñadores… Y sí, durante esos cuatro años no vas a poder explicar muy bien por qué tomaste esa decisión. Te confesaré algo: Aún no logro encontrar las palabras precisas para explicarlo, pero te puedo asegurar que gracias a lo que aprenderás en Artes Visuales vas a encontrar esa voz que estás buscando.


Fabi, no dejes de dibujar.


Siempre vas a tener miedos, dudas e inseguridades; pero tendrás dos opciones: a) Quedarte en dónde estás, cómoda y contenta, pero preguntándote dónde estarías si no hubieras dejado que el miedo te comiera, o b) Usar tus inseguridades como una oportunidad para mejorar, escuchar la voz de tus dudas e intentar darles una respuesta, y tomar ese miedo por los cuernos para que te lleve a nuevos lugares. La decisión es tuya y prometo ayudarte.


Aquí me despido, pero, ¿sabes?, me doy cuenta que he aprendido más de ti que lo que yo pretendía enseñarte. Extraño tus ojos que en todo veían belleza digna de plasmar y tus manos que hasta parecía que te dolían cuando no estabas creando algo.


Quisiera quedarme a hablar contigo un poco más, pero en esta vida adulta aún me quedan muchas cosas por hacer hoy. Te dejo, pero te aseguro que en cada ilustración que haga, estarás ahí. Uno siempre tiene sus referentes y tú, pequeña niña, siempre vas a ser mi ilustradora favorita.

— Lilith

#30díasdedibujo

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La práctica hace al maestro, y si no… al menos lo entretendrá.

Hace unos días me senté a buscar retos de dibujo porque me di cuenta que a pesar de que varias veces me había propuesto iniciar uno, jamás había llegado más allá del día 3.

Revisé un montón pero ninguno me gustaba completamente, había unos muy cursis, unos muy ególatras, otros que solo a ciertas personas les iba a emocionar, etc. Con esto no quiero decir que están mal, al final hay para todos, pero pensé: ¿por qué no hago mi propia lista? Así que junte ideas mías con otras que me habían encantado de otros retos, le añadí una pizca de español (porque la mayoría son challenges) y ¡voilá! ¡Inventé el hilo negro!

Y la mejor manera de motivarme a cumplirlo: Invité a todas las personas a las que sé que les da felicidad agarrar un lápiz. 🙂 (Así que tú que estás leyendo esto: echémonos porras mutuamente).

Sin más blablablah, abajo encontrarán las pautas.

REGLAMENTO

  • ¿Regla-qué?
  • Empezaremos todos juntos el Lunes 26 de Febrero. (No pude esperar a comenzar en Marzo, así que un lunes suena a buen inicio jiji)
  • Usa lo que quieras para hacer los dibujos. ¿Tienes una Cintiq? Préstamela Úsala. ¿Odias colorear? Usa un bolígrafo. ¿No tienes una libreta linda? Ve por una servilleta. En serio, hazlo como quieras. Incluso puedes usar el reto como un pretexto para perfeccionar una técnica que sientes que te cuesta trabajo. O no.
  • Puedes hacerlo en la privacidad de tu libreta y retarte a ti mismo, pero piensa en lo divertido que será ser parte de una comunidad de amigos que te echen porras. Puedes compartirlo por Instagram con el hashtag #30díasdedibujo (úsalo también en inglés si quieres que más gente lo vea jeje), pero si no te interesa que quede para siempre, también puedes postearlo en una historia. O donde tú quieras pues.
  • Que padre será que todos lleguemos invictos al día 30, pero si un día te da flojera no te preocupes, deja descansar las lechugas, tus labiales, el lodo o con lo que sea que estés dibujando y síguele otro día que tengas más ganas.
  • Puedes interpretar el tema del día como tú quieras. Sí, como lo primero que se te venga a la mente. No hay respuesta-dibujo equivocado.
  • Sube la ficha de acá abajo antes de empezar y aprovecha a invitar a más gente que también lo vaya a disfrutar.
  • Si encuentras esto mucho tiempo después: elige un día y empiézalo solo o con quien quieras. No hay tiempo para esto.
  • ¡Diviértete y disfruta, no tengas miedo y échale ganas!

Ficha

 

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Las cosas que me motivan

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Como ya lo había contado en la entrada anterior, decidí elaborar un álbum ilustrado como proyecto para obtener mi título de Licenciada en Artes Visuales. Con un semestre tan pero tan pesado a veces me he preguntado si fue una buena idea elegir eso en vez de una investigación que solo me arroja datos que deben ser presentados adecuadamente y listo, ¿para qué he buscado complicarme la vida?

Bueno, no me arrepiento. He aprendido tanto en las últimas semanas metiéndome bien al fondo del tema que el proceso se me ha hecho muy natural. Además, todo esto es tan hermoso: crear una historia, crear personajes, hablar en lenguajes visuales, etc.

Ilustrar me llena el corazón de esas mismas cosquillas que uno llega a sentir cuando se enamora. Estar en contacto con el papel, que parezca que no estás haciendo nada cuando en realidad estas tratando de encontrarle sentido a muchas cosas en la cabeza para al final poder sacarlas en forma de una linda escena que te inspira la historia completa, llenarte de pintura, que las manos huelan a grafito, tocar las acuarelas, las lindas formas que se dibujan en el agua cuando limpias los pinceles, poder leer tu historia al fin en limpio después de tantos borradores. Todas estas son cosas que me hacen sentir viva.

Últimamente siento mucha ansiedad porque quisiera ya estar dedicándome a esto por completo, sin distraerme por materias que, aunque he aprendido bastante, no me llenan como esto lo hace. Pero supongo que solo este mes que queda debo usar eso como motivación para terminar de la mejor manera lo que todavía falta.

A punto de terminar/comenzar

ManzanitaLa soledad presente

Estoy a dos meses de terminar la licenciatura en Artes Visuales y la verdad estoy muy emocionada. Como parte de los requisitos para obtener mi título debo realizar un proyecto de investigación o de producción, he elegido la segunda opción y estoy desarrollando un álbum infantil ilustrado.

Con esto han surgido muchas dudas e inseguridades en mi cabeza, pues aunque poco a poco he encontrado mi estilo al ilustrar considero que mis ilustraciones han sido muy decorativas hasta la fecha y carecen de narrativa. Pero en vez de preocuparme he estado trabajando para desarrollar eso que me hace falta. Cuesta bastante trabajo dar ese pasito, pero con la segunda imagen de este post creo que si un gran salto.

Estoy feliz y ansiosa por crecer en cuanto estilo y narrativa al ilustrar. Esto llena mi corazón.

XXIV FIL Monterrey

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Ayer desperté especialmente feliz porque sabía que unas horas después estaría en la Feria Internacional del Libro, en Monterrey. Estuve colaborando con la Mtra. Lizbeth Elejalde y su precioso Taller de Storytelling que consta de una innovadora metodología mediante la cual los niños (¡o cualquiera!) pueden ir creando sus historias. Fue hermoso estar con los niños y ver que tanto tienen por decir y sorprenderme de cuan bien saben decirlo.

Cuando llegué a Cintermex debo confesar que me llené de tantita nostalgia que vengo arrastrando desde el 17 de abril de este año porque aunque aún no entiendo muy bien como está la cosa, mucho tiene que ver la edición de este año de la FIL con el Gabo que siempre pensé que iba a conocer y que ésta pudo ser la vez, pero no.

Había muchas cosas hermosas, libros tan bellamente escritos y otros tan hermosamente ilustrados que andaba cantando un poquito de la felicidad. Compré dos, Doce Cuentos Peregrinos, que había estado buscando durante mucho tiempo; y Los Cisnes Salvajes, que me enamoró al instante por las hermosas ilustraciones de Joanna Concejo (enchanté!).

Fue una experiencia encantadora, creo que quiero vivírmela de feria en feria.

ñ<3

Empezando todo de nuevo

La última entrada de este blog es de 2011, eso fue hace tres años. A rato parece más, a ratos menos.
La vida es muy diferente tres años después y yo también. Mucho tiempo estuve pensando en borrar el blog y empezar otro desde el principio, pero hay algo que me gusta de tener todo el principio. Hay cosas que me avergüenzan un poco, otras mucho y otras que no me gusta volverlas a pensar, sin embargo me gusta ver el proceso completo, como han crecido mis ilustraciones y yo junto a ellas. Hay mucho por actualizar y espero seguir haciéndolo.

Gracias por empezar de nuevo conmigo.

ñ